Si la materia prima de tu trabajo es la creatividad y creés que eso es lo que te diferencia tenés que estar atenta porque no va a faltar quien quiera imitarte. Dónde termina la inspiración y empieza la copia.


Foto: freepik

Las personas creativas son admiradas porque tienen una visión de la vida que les permite encontrar cosas donde otros no las ven.

Si la materia prima de tu trabajo es la creatividad y creés que eso es lo que te diferencia tenés que estar atenta porque no va a faltar quien quiera imitarte.

Cuando sos realmente buena en lo que hacés y generás repercusión en tu audiencia, te salen propuestas super interesantes y sentís que vas por buen camino es cuestión de tiempo que alguien quiera "aprovechar" también eso que vos estás haciendo.

En principio esto es natural pero ¿cuál es el límite entre inspirarse, imitarte y copiarte?

Inspiración, influencia y tendencias:

Todo proceso creativo surge en un contexto determinado y las obras que resultan están marcadas por la época, la cultura, los estilos y las modas.

Nadie es 100% original sino que formamos parte de tendencias. Hay influencias de creaciones anteriores en nuestras propios productos. una especie de intertextualidad entre lo que ya se ha creado y lo nuevo.

Ningún escritor podría negar que en sus textos hay influencias de los libros que ha leído.

Un músico crea a partir de la música que ha escuchado.

Es una especie de nutrición creativa en donde asimilamos los recursos que nos rodean y los utilizamos como fuente de energía para crear algo nuevo.

Todavía me acuerdo de cuando era chica que al terminar de leer los cuentos de Elsa Bornemann me ponía a escribir historias queriendo ser como ella.

Cuando realizás una actividad creativa tenés que influirte por quienes más saben, observarlos, escucharlos, nutrirte de sus creaciones y aprender.


Copia, imitación y plagio

Ahora bien, otras veces nos encontramos directamente con un producto o concepto que es una réplica de lo que estamos haciendo.

Vemos que alguien toma un diseño, foto, texto o idea concreta y se atribuye su autoría.

Esto es copia o plagio y podés evitarlo protegiendo tus creaciones. Más adelante te cuento cómo.

Otras veces pasa que hay personas  que se "inspiran" demasiado en vos. Te imitan haciendo casi lo mismo. Proponen los mismos productos con leves modificaciones y justo lo hacen un tiempo después que vos los diste a conocer.

¿Da bronca no?

Porque lo cierto es que te costó trabajo desarrollar la idea, pulirla, llevarla a la práctica, equivocarte y volver a empezar.

Pero finalmente quedaste conforme con lo que creaste, tenés repercusión, a la gente le gusta... Y a los 5 minutos ya hay a alguien que está haciendo lo mismo.

Nunca falta el que cree que no vas a enterarte de que está usando tus modelos e incluso baja los precios porque claramente no tuvo que realizar el esfuerzo que vos realizaste.

O el que te va preguntando disimuladamente cómo hacés las cosas para luego imitarte.

Cuando te encuentres con alguien que copie tu trabajo, alegrate! Te convertiste en referente!

Seguramente estás haciendo muy bien tu trabajo y por lo visto llevás la delantera. Los demás vienen atrás.

El que te copia  claramente no tiene habilidad creativa. Si no, crearía sus propias cosas, ¿no te parece?


Cómo evitar que copien tus ideas

Primero: Registrá todo lo que puedas en INPI (Registro de la Propiedad Intelectual).

De paso chequeás que no estés usando sin saberlo un nombre, marca, o imagen que ya haya registrado otro y así te evitás un problema legal.

Segundo: Leé estos consejos con lo que podés hacer cuando te copian o imitan:

Sumale valor a tu producto, volvélo inimitable. Que tu huella sea fácilmente reconocible.

Proponé algo personal, dotá a tu obra o producto creativo de una originalidad que no tengan otros productos similares al tuyo.

Estas situaciones deberían desafiarte a mejorar y pegar un salto que te distinga. Es como los atletas que apuran el paso cuando en la carrera otros se les acercan.

En el grupo Mamás Emprendedoras de Facebook surgió este tema y fueron muchas las opiniones porque en algún punto todas las que nos dedicamos al trabajo creativo vivimos situaciones como estas.

En uno de los comentarios respondí:
Creo que hay que ir para adelante. Ser mejores. Superarnos a nosotras mismas. Si te copian un producto, desafiáte a hacer uno mejor, más lindo, más original. Si te copian un concepto, pensá, dale una vuelta de tuerca. Si te roban un cliente, esforzate en conseguir más o mejores. ¿Es fácil? No . Pero es el desafío que tenemos que proponernos.
Tenés que innovar, es decir, buscar una nueva idea.

Y esto no tiene que ser una vez sino que tiene que ser una actitud, una mentalidad permanente.

Que tu búsqueda sea de lo novedoso.

Que tu espíritu no se quede quieto, que estés atenta a descubrir nuevas cosas. Siempre.

No es estar cómoda pensando: "bueno, ya llegué, ya lo hice". Innovar es un desafío constante.

Si querés saber cuál fue mi propuesta personal al sentir que estaban copiando mi trabajo mirá las fotos en Origami Fest y después me decís qué te parece.

¿A vos te tocó atravesar una experiencia de este tipo? Dejáme un comentario.

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